Para contratar a una persona es primordial verificar los conocimientos que trae para ejecutar las actividades que se le pondrán a hacer, aunado a esto no debes olvidar contar con los siguientes tipos de personas en tu empresa:

Visionario: esta persona tiene la capacidad de salir de la rutina del día a día y ver más allá. Este tipo de personas se reinventan a sí mismos, lo que hace que su alrededor también se reinvente.

Ejecutor: por otra parte, necesitas a alguien que conserve los pies en el suelo, que sea capaz de estar al pendiente del día a día y se encargue de resolver los problemas cotidianos. Tener a este tipo de persona te ayudará a acabar lo que se ha empezado, y acabarlo bien.

Defensor del cliente: no se debe olvidar que los clientes son la parte fundamental de la empresa. Para ellos es este tipo de persona, alguien empático y firme en sus convicciones, que comprenda la posición del cliente y esté dispuesto a darlo todo por él. El defensor del cliente es pieza fundamental para equilibrar la balanza entre la empresa y el cliente.

El luchador: al ejecutar una idea para algún cliente es necesario alguien que ponga riesgo y pasión a lo que hace, alguien que sea capaz de sacar adelante un proyecto con todas sus consecuencias.

Promotor: la competencia entre empresas es inmensa, se estima que tan sólo en EU, un consumidor medio percibe alrededor de 3 mil marcas, para lo cual se necesita a alguien que haga de la empresa diferente a las demás. Alguien que sepa cómo llamar la atención, esa persona que no le da pena nada.